jueves, 19 de junio de 2025

Deseo eterno

Pienso en ti como la entraña amistosa, el tuétano amigable, formas parte de mí pero no dejas nunca de sorprenderme, y yo mismo me sorprendo sumido en este deseo eterno. No te alcanzo, pero te siento; no te busco, pero siempre te encuentro. Estás en mi sonrisa, estás en mi cuerpo, estás en mi sexo. Deambulas por mis pensamientos y en mi imaginación tienes un pequeña casa taller donde disfrutamos lo inimaginable con nuestras creaciones. El deseo impetuoso se ha transformado en un deseo con calma. Sueño con silencios a tu lado, conversaciones de miradas y de tacto, intercambio de besos pensados, deseando crear nuevos besos que componen el poema de nuestros labios. El deseo eterno ni se apaga ni se enciende, permanece todo el rato, como la esencia, como el aire que respiramos. El deseo nunca saciado que mantiene nuestro interés intacto y el amor se expande con todo lo imaginado. No hay un final, no para nosotros. Tú serás color y yo seré tu canto, seremos luz, sol de un universo versificado, beso de verso en un poema aún no creado, materia oscura que entre las líneas va jugando, atravesándolas, creando espacios para este deseo eterno que nos mantiene, de alguna manera, intactos y, a la vez, felizmente acariciados.