sábado, 26 de enero de 2008

Pequeña Navidad de enero

Con la barbilla en el cuenco de la mano estaba yo cuando cuarenta y dos situaciones me susurran al oído que cada cinco hacen un lustro de recuerdos. Faltan tres para el noveno, concluyo no sin esfuerzo. Veinticinco hojas invernales comentan que mi mes es el primero, o, lo que sería más fácil, ayer fue mi cumpleaños. Regalos: un masaje, dinero, un libro, una pequeña porción de planta seca y pasteles con la mejor crema de Zaragoza. Después de la típica canción terrestre de cumple lo que sea pero feliz, seguimos cantando a la vida. Apareció Raymond Queneau y me dio sus flores azules plantadas en los sesenta. Las huelo y me percato de que con la barbilla en el cuenco de la mano vuelvo a estar en la siguiente situación que me deparará, seguro, algo interesante.

2 comentarios:

Jumbo dijo...

Quién iba a decir que ya tienes 42 castañas? Pero si apenas aparentas 41 !!! Felicidades co.

neomaño7 dijo...

Gracias uei. Aparento 41, pero en el bolsillo llevo otra, se trata de Pilonga, la castaña que encoge la almorrana, y no se trata de una almorrana cualquiera, no señor, es una almorrana garrapiñada, puesto que soy el hombre muy dulce. Y ya tenemos a otro personaje en liza: Pilonga42. Que junto a Cronopio 84 y Topacio69 formará el grupo más famosos de trillizas de la generación AF.