jueves, 21 de junio de 2012

Letargo

Sumido en él estoy. A veces creo que voy; otras, sin embargo, tardo. Los años van pasando y pienso: letargo, más de cuarenta años y sigo en el parvulario. Quiero jugar, busco mi escapulario, ¿cuándo comulgo?, ¿y este armario? Todo se mezcla en el jodido letargo. Los segundos que creemos dilatados pasan como petardos, dejando un olor a rancio que amodorra. Moverme, quiero moverme aunque sea despacio; mover un dedo ya sería un milagro. Maldito letargo, es letal pero también largo. Mata muy despacio. Pero vivir deprisa no deja de ser letargo, letargo revolucionado, cámara rápida, ¿letargo o me embalo? Busco un punto intermedio, unos anuncios para esta vida de letargo: el anuncio de una playa o tal vez una montaña, el anuncio de un amor, el anuncio de una vida mejor, el anuncio que si escribo es para estar contigo.

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