
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 8 de enero de 2017
Red de redes
Existe una donde a nadie se atrapa pero cualquiera se adhiere: es el amor con mayúsculas la red de redes. Poquito a poco va calando, entra en tu vida mientras comes, mientras andas, mientras estás soñando; incluso cuando lees, varias frases te agasajan con el amor que te están dando y se percibe en la alegría de tu rostro, en ese maravilloso humor que desde tu interior se va integrando, y la red de redes crece a cada paso, con cada saludo que vas dando, y se transporta en las sonrisas que recibes y en las que vas regalando, en lo que escribes, en lo que piensas, en lo que ahora mismo estás mirando. Y tal vez no se percibe pero el amor está ahí flotando, entrelazado a esos átomos que tampoco vemos pero de los que participamos. Y, como he dicho, aquí nadie cae atrapado, cada uno se adhiere si quiere, sí, si quiere ver sus sueños realizados, si quiere ver la sonrisa en una nube o, tal vez, el amor en un rebaño, si quiere sentir las caricias de unos pétalos, si quiere sentir el abrazo de una fragancia que por el aire va buceando. Y yo me adhiero, seguro que me adhiero, porque el amor es lo que más quiero, y lo respiro, lo comparto, lo recibo y lo regalo, lo trato con esmero, lo sueño, lo hablo, lo escucho, lo siento cuando te veo porque te quiero mucho.
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