lunes, 6 de marzo de 2017

El cielo del interior

Es por el que yo vuelo. La constelación de tu corazón, por la que me muevo. Y observo las estrellas que dibujan tus labios y voy a por ellas en la nave del amor con la única misión del beso salvador. Esa misión interestelar nos hará fructificar. Y esa estrella fugaz que es mi caricia con nuestro amor será pertinaz. En el cielo del interior hay un sol hecho de tus sonrisas que me ilumina, me reconforta y galvaniza mi espíritu. Las nubes me recuerdan lo mullido de tus abrazos, y me agarro a una y llueven tus besos sobre mí mientras todo lo malo se diluye. En el cielo del interior pienso mejor, siento tu amor y todo es frescor. Y no pasan aviones, solo ilusiones que, germinando en nuestros corazones, acabarán siendo las verdades de nuestra futura realidad o, si lo prefieres, la realidad de nuestras profundas verdades. El cielo del interior es el que observo, y tu eres el único astro por el que me guío, y nuestro amor es el motor, la vida, el brío.

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