lunes, 16 de enero de 2023

Despierta alegría

La felicidad no parece llegar nunca. Se ha transformado en un producto de consumo. Creemos que vamos a ser felices comprando: coches, viajes, casas, cosas... Pero, una vez realizada la compra, esa felicidad capitalista, sistemática, se evapora rápido. Necesitamos una nueva compra. Acumulamos cosas innecesarias y luego buscamos ayuda en el propio sistema que nos incita a acumular. Pero, de repente, una grieta se abre, un atisbo de recuerdo, una sonrisa perdida en la memoria, una sonrisa encantadora y maravillosa, y sí, es nuestra, pero del pasado. Nos esforzamos en recordar a qué se debía, qué compramos para sentir esa alegría: nada. Fue un cúmulo de circunstancias producto de un momento contemplativo, un día soleado, un pájaro cantando, una hermosa flor que aparece justo enfrente de nuestros ojos, un saludo, una sonrisa que ofrecemos a la vida y que la vida nos devuelve, un sentimiento de amor que revolotea cerca nuestro o tal vez dentro, o ambas cosas. La alegría siempre estuvo ahí, como un regalo, envuelta en apariencias superfluas, en lo monótono mundano, solo teníamos que quitar esas capas de impostura que nos la estaban ocultando. Despierta alegría, ya estoy aquí, ya te he encontrado.

No hay comentarios: