martes, 9 de septiembre de 2025

Donde se rompe en pedazos la certeza

Allí me encuentro, sosegadamente tranquilo, donde cualquier otro se tiraría de los pelos. La vida me sorprende a cada instante, con tonterías y con cosas importantes. Sí, donde la certeza se resquebraja, como esa pequeña planta que se abre camino en el asfalto, ahí surge mi duda con la alegría del recién llegado, que sonríe a lo monótono, a lo acostumbrado, pues para él todo es nuevo todavía, aún no se ha acomodado. Hay una duda que me embarga, otra me envuelve y otra me da lana, y aquí no ha pasado nada. Cualquiera podría decir que el mundo es como esta palangana donde sumerjo los pìes para activar mis dudas y volverlas del revés. Aquí donde la certeza fosilizada se encuentra en trocitos que semejan un puzzle que solo los tontos componen. Aquí, sí, aquí me encuentro, entre dos aguas, en el cielo, disperso, igual como estuve toda mi vida, sumergido en una duda burbujeante, que chisporrotea y me da alegrías a pesar de lo dura que a veces es la vida.

Sé que no fue un sueño

Estábamos en la cama haciendo todo lo que habíamos dicho que haríamos unos meses antes. La vida, por primera vez, parecía interminable. El futuro se transformó en un abanico de posibilidades y, tu cuerpo, en el único mundo habitable. Del río de tu lengua fui a parar a las islas de tus pezones donde se cumplieron todas mis ilusiones. Se avecina tormenta; tú tronabas con jadeos profundos mientras me refugiaba en tu ombligo. En unos pocos segundos chapoteaba como un niño mientras disfrutaba del paisaje de tu sonrisa. Salió el sol y fui recogiendo las flores de tus piernas con mis besos. Pequeños pajarillos salían de tus poros tocando sus violines al unísono mientras yo bailaba sobre tu piel. La danza me llevó hasta tus labios que se unieron a los míos y acoplamos nuestros ombligos y nos unimos en una fusión de placer jamás pensada. Nos descubríamos y era mucho mejor de lo que habíamos soñado. Me desperté bañado en tu sudor, con tu sabor en mi lengua. Sé que no fue un sueño. Tal vez la realidad se adelantó un momento y mi bigote seguía deslizándose por tu cuerpo.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Recuerdo vivo

Mi cuerpo es el recuerdo vivo de un ser que ya no existe. En su memoria ha acumulado gestos, tanto maternos como paternos, conocimientos ancestrales duermen al fondo de su cuerpo, son los posos del recuerdo, los tuétanos del mundo moderno. Permanecen quietos y escondidos a pesar de todo lo que se mueve mi cuerpo. A veces creo que recuerdo cosas que no han pasado y solo es que aún no las ha vivido mi cuerpo, pero, al ser recuerdo, conoce todo lo que es antes de serlo. Mi cuerpo es sólo un recuerdo que alguien acaricia en su pensamiento, recuerdo vivo en el corazón de algunos muertos. Por eso, cuando camino con los ojos y el corazón bien abiertos, por eso, como soy un recuerdo, veo el rostro de mi madre en rostros ajenos, oigo frases de mi hermana, veo sus gestos caminando en otros cuerpos, la sonrisa de mi madre sale a mi encuentro y esto sólo es el día a día de un cuerpo que es un recuerdo. Cuando estoy en casa, a veces limpio la biblioteca, manoseo los libros, abro uno y se desparraman en mí un montón de besos polvorientos. Los limpio, los devuelvo a la vida y se pegan a mi cuerpo para adornar el recuerdo.

jueves, 4 de septiembre de 2025

Despierta Jorge

Tu amor no es real, nadie se lo cree. No se puede amar con esa sencillez. Será deseo, ficción, búsqueda de placer, lo que tú quieras, pero no amor. Despierta Jorge y deja de mojar las sábanas con tus lágrimas. El amor murió hace tiempo, la prisa le dió su última estocada. Despierta Jorge, ya no tienes edad para estos juegos. El romanticismo está podrido en el fondo del infierno. El amor ahora es político y la política es tan falsa como mi abrigo, como las marcas de moda, como la amistad digital, como la comida rápida y mi propia identidad. Despierta Jorge, despierta, nunca nadie te querrá. Un sudor frío perlaba mi frente, mi cara, completamente húmeda y salada, llena de oníricas lágrimas vertidas por la angustia de no poder despertar. Aún oía el eco reverberar: despierta Jorge, despierta. Nunca voy a despertar. Pienso seguir amando. No me importa nada más.

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Lo que se me dice

No creo que el mundo me esté diciendo nada, pero a la vez pienso que todo lo que me ha importado, todos los que me han querido me están susurrando lo mismo: ama, ama, ama. No esperes el momento idóneo porque no existe, el momento es ahora, así que ama. No decaigas porque tu amor no sea correspondido y ama. No hay imposibles para el amor, así que ama. Ama porque quien no ama no vive. Y este susurro que se repite genera una música en mi corazón y el amor corre por mis venas, hay un chisporroteo interior que me altera, que me alegra, que me hace sonreír mientras varias lágrimas surcan mis mejillas: ama, ama, ama. Oigo la misma música en el silencio de mi alma, me veo nacer, contemplo la sonrisa cansada de mi madre que me dice al oído: ama, ama, ama. Los múltiples errores de mi vida me miran a la cara y me chillan: ¡ama, ama, ama! Las veces que la vida me zarandeaba me decía ama, ama, ama. Y ahora, después de tanto tiempo, me doy cuenta de que es el único mensaje que vale la pena, el único que tiene sentido, la única verdad verdadera: ama, ama, ama.

martes, 2 de septiembre de 2025

¿Miedo a lo ingobernable?

Jamás. Lo tuve una vez como la mayoría lo siguen teniendo. Ese profundo miedo a lo ingobernable que es la muerte, por ejemplo. No tener miedo a la muerte no significa ser un temerario, al contrario, uno se vuelve más humilde al afrontar su impermanencia y se dedica a disfrutar en la vida de las cosas bellas: de las flores, de la naturaleza, de la amistad, de una siesta fundido en un abrazo, sin prisas y entre risas, disfrutando con un ser querido que te acaricia y es acariciado por ti. A veces pienso que lo ingobernable no existe, que alguien lo inventó para meternos miedo y que tuvo éxito, claro, ya que el miedo se ha extendido por el mundo. Pero yo imagino que soy capaz de achicar las distancias a través del amor, de desintegrar el miedo, de generar pasión donde antes sólo había aburrimiento. y mi imaginación cumple todos mis deseos, se transforma en realidad y puedo abrazar el amor en la distancia porque gobierno el tiempo y el espacio con ciertas palabras mágicas. Y no son palabras especiales, puede valer cualquier palabra, solo hay decirla con amor y que, la persona a la que se la digas, sienta ese amor esté dónde esté.

Descanso dominical

Aquí estoy en un domingo tranquilo madurando mi muerte, sintiéndome un rato en paz conmigo mismo, degustando la armonía de una mañana veraniega. La música me transporta a un más allá no tan lejano. Mi respiración es como el mar de mis veranos infantiles, sumida en un reposo calmo, usando el mínimo aire y el máximo amor. Ciertos lindos recuerdos pintan mis pensamientos y allí se mezclan algunos deseos, ciertos retos futuros, es como si el futuro se hubiera hecho recuerdo antes de hora, como el sueño de un muerto que cree que sigue vivo. La brisa artificial del ventilador me mantiene en este pensamiento casi dormido, que se mueve lento, que lo siento lento, veo la vida a cámara lenta, a pensamientos lentos pero constantes y agradables. Aparecen unos besos y unas sonrisas, el sonido de una máquina de escribir me acaricia, oigo voces que hace un tiempo me arrebató la muerte, pero sigue la calma. Todo es tranquilo y normal en este domingo.