sábado, 5 de julio de 2025

Inmensa gota

El mundo que habito es una inmensa gota donde mi alma flota y descubre caminos nuevos y, a veces, también viejos pero olvidados, pasados por alto por cuestiones ignotas. Y esta gota que fluctúa, en la que estoy inmerso, en la que me zambullo con un puñado de versos, en la que sueño y construyo nuestro amor y mi piel busca tus dedos, en donde a veces no duermo a pesar del cansancio eterno, de lo agotado que es vivir siempre en un pequeño infierno. Pongo luz a la gota oscura, añado brillo, doy colorido como un niño a su dibujo creativo, que es su mundo como el mío la gota, inmensa gota, que a ratos se expande y a ratos me agarrota. Inmensa gota que en volandas me llevas, que sacudes mi alegría, que provocas mi tristeza, déjame un rato tranquilo, que medite debajo de un par de higos, a la sombra de su higuera donde fabrico una siesta. Y durante el sueño una inmensa gota nueva donde yacemos tú y yo, desnudos, cándidos y tiernos, jugando a la vera de un río tan transparente como nuestros corazones. Y en esta inmensa gota nueva fabricada con el producto de nuestras ilusiones, hacemos el amor con sonrisas, nos vestinos de caricias, imaginamos nuestra vida entre bombones de besos y chapuzones alegres. Dejamos que nuestros ojos conversen, que canten nuestros dedos en nuestras pieles, intercambiamos mieles y el sueño no termina en esta inmensa gota nueva porque nuestro amor la eterniza.

No hay comentarios: