... desde el instante en que tal sabio pudo convencerse de que acababa de ser testigo de un fenómeno desconocido hasta la fecha, hasta que comienza a valorar el alcance de su observación -abolido todo sentimiento de duración en la embriaguez de la suerte-, un finísimo pincel de fuego desprende o completa de manera única el sentido de la vida.
Independientemente de lo que se logre o deje de lograr, lo magnífico es la espera misma. André Breton, El amor loco
Me estás atormentando, creo que lo haces adrede.
Pero el amor puede más, y tu tormento muere.
Qué fácil es querer si uno quiere.
Qué fácil es perder cuando se hiere.
Qué triste es el cariño que el látigo de la opinión invierte.
Está escrito: Las cosas van a cambiar y, dentro de un tiempo, te darás cuenta de lo que dejaste escapar; pero de nada valdrá ya arrepentirse.
San Jorge 23-25
Génesis y regénesis por partenogénesis
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