martes, 21 de junio de 2011

Política de cambio

Cambio el nombre para hacer lo mismo. Ya no hay guerras, sólo invasiones. Ya no hay invasiones, sólo implantaciones de democracia. Yo soy bueno y mato malos, que con la política de cambios se transforma en estar legitimado para eliminar. El que piensa diferente a mí es malo. ¿Dictadura demócrata o democracia dictatorial? Da lo mismo, el caso es que suene fenomenal. Te ponemos la soga al cuello por tu bien. No importa cual de los dos partidos mayoritarios salga: la política es la misma. ¿O es putilítica? El dinero manda, los bancos dominan. Antaño decían que las máquinas dominarían el mundo, pero se equivocaron. Son entes hechos de papel moneda, curiosamente creados por nosotros mismos para hacernos las cosas más fáciles, los que succionan nuestra vida aniquilando nuestro pensamiento, abortando sentimientos, generando una nueva especie de no-personas. Y yo, que suelo ir contra corriente, ahora que estoy empapado de amor y dispuesto a darme y a compartirlo con todo bicho viviente, cuando intento amar o entablar amistad, me preguntan que cuánto, refiriéndose al dinero, y yo contesto que se equivocan, que esto es amor y no politiqueo.

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