Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
martes, 27 de marzo de 2012
Enésimo
No humano, sino enésimo. Soy un ser enésimo. Vivo de repetidas veces de todo. Y este hallazgo tan banal ha ocurrido en medio de la enésima discusión con mi progenitor. Aprendemos repitiendo. Somos enésimos por costumbres y las costumbres nos hacen enésimos. Soy tan enésimo que si tengo un hijo lo llamaré bucle, aunque mejor sería llamarle enésimo para poder decirle: Enésimo, hijo mío, has entrado en un bucle. Y cuando entras ahí, es como rizar el rizo, es, exactamente, el punto donde se marea la perdiz, para poder guisarla con esos espárragos que te mandaron freír hace algún tiempo, ¿te acuerdas, Enésimo? Si quieres te lo repito. Aunque también podríamos freír la perdiz y marear un poco el espárrago. ¡Aaaaahhhhh! Enésimoooooooo.
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