Busco

La vida eterna de tu memoria. Busco el amor en tus recuerdos tranquilos, cuando nada piensas y, de pronto, yaces conmigo, sonreímos como dos niños, tú me acaricias y beso tu ombligo, y ese recuerdo siempre contigo. Busco el silencio de tu piel en el sueño del olvido. Busco sonrisas de cariño en todos tus escritos y también busco ese guiño querido, tan perseguido, en las miradas extrañas, en el tacto ajeno, te busco en todos y en todo, te busco incluso cuando imagino. Busco en el cansancio la sensación de haberte querido. Busco en la alegría que te sigo queriendo cada día. Te busco cuando respiro y, cuando descanso o estoy tranquilo, puedo asegurar que siempre estás conmigo. Busco en mí lo que hay de ti. Busco tus anécdotas en los libros, y en los juegos de los niños busco tus sueños e ilusión y, cada vez que abro un cajón, busco el amor de nosotros dos.