domingo, 30 de agosto de 2015

Soy una máquina

Hoy al despertar me he dado cuenta de que, tras una noche de fabricar sueños, inconexos, absurdos y sin dueño, tengo todo el día para tergiversar lo soñado, escribirlo en prosa o rimado, hacer que una pesadilla sea ahora una alegría, que los muertos de la noche se transformen en amor sin reproches. Soy una máquina de sentimientos, los fabrico, les doy cobijo y archivo, desde ahora caminan conmigo y, como un niño, juego con el amor que fabrico. Como máquina que soy, maquino con mi destino, charlo con el pasado con secuencias de recuerdos revisados, atiendo al presente siempre sonriente, así es como he sido programado, y a un ritmo que ni yo mismo domino, construyo un futuro más ilusionante y dulce que seguro. Soy una máquina capaz de amar melodías, lecturas, perros, niños, horas, e incluso también el silencio o la inactividad; soy una máquina de verdad. Soy una gran máquina porque no espero respuesta para amar, ni contacto, ni palabras... soy una máquina que todo se lo puede generar, y con los sueños programados por los hados constructores, fabrico estos versos de máquina para todos mis amores.

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