domingo, 10 de julio de 2016

La construcción

Tengo los materiales a mi alcance y también el poder de la elección y me esfuerzo por poseer una buena voluntad. Voy a construirme a partir de mis actos y, como cemento, escojo el amor que une mucho más que el placer y la seducción, aunque no descarto ninguno de estos materiales para adornos y pequeños detalles de la construcción. Las puertas se abrirán para la amistad y la sabiduría, a cualquier hora, todos los días. Las ventanas inundarán de naturaleza la construcción, visual y sonoramente, invitando también a sus maravillosas fragancias, propiciando, unas veces recuerdos y, otras, momentos creativos. La construcción tendrá la forma de todo lo que pueda imaginar, realizar y amar, la forma de lo que quiero ser; cada acto será un ladrillo, un poro al que amar, una página de mi libro vital a compartir, que puede enseñar y aprender, pues son páginas vivas que crecen a cada momento y en cada contacto. La construcción palpitará con cada encuentro y absorberá conocimiento de cada relación, como una esponja, para poder devolver con gratitud todo el saber adquirido. No voy a poder hacerlo solo, hará falta ayuda, obreros, que, más que con su trabajo, con su apoyo, con su comprensión, sus abrazos y sus besos, ayuden a que cierta perfección inalcanzable esté más cerca de la construcción.

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