miércoles, 3 de septiembre de 2025

Lo que se me dice

No creo que el mundo me esté diciendo nada, pero a la vez pienso que todo lo que me ha importado, todos los que me han querido me están susurrando lo mismo: ama, ama, ama. No esperes el momento idóneo porque no existe, el momento es ahora, así que ama. No decaigas porque tu amor no sea correspondido y ama. No hay imposibles para el amor, así que ama. Ama porque quien no ama no vive. Y este susurro que se repite genera una música en mi corazón y el amor corre por mis venas, hay un chisporroteo interior que me altera, que me alegra, que me hace sonreír mientras varias lágrimas surcan mis mejillas: ama, ama, ama. Oigo la misma música en el silencio de mi alma, me veo nacer, contemplo la sonrisa cansada de mi madre que me dice al oído: ama, ama, ama. Los múltiples errores de mi vida me miran a la cara y me chillan: ¡ama, ama, ama! Las veces que la vida me zarandeaba me decía ama, ama, ama. Y ahora, después de tanto tiempo, me doy cuenta de que es el único mensaje que vale la pena, el único que tiene sentido, la única verdad verdadera: ama, ama, ama.

martes, 2 de septiembre de 2025

¿Miedo a lo ingobernable?

Jamás. Lo tuve una vez como la mayoría lo siguen teniendo. Ese profundo miedo a lo ingobernable que es la muerte, por ejemplo. No tener miedo a la muerte no significa ser un temerario, al contrario, uno se vuelve más humilde al afrontar su impermanencia y se dedica a disfrutar en la vida de las cosas bellas: de las flores, de la naturaleza, de la amistad, de una siesta fundido en un abrazo, sin prisas y entre risas, disfrutando con un ser querido que te acaricia y es acariciado por ti. A veces pienso que lo ingobernable no existe, que alguien lo inventó para meternos miedo y que tuvo éxito, claro, ya que el miedo se ha extendido por el mundo. Pero yo imagino que soy capaz de achicar las distancias a través del amor, de desintegrar el miedo, de generar pasión donde antes sólo había aburrimiento. y mi imaginación cumple todos mis deseos, se transforma en realidad y puedo abrazar el amor en la distancia porque gobierno el tiempo y el espacio con ciertas palabras mágicas. Y no son palabras especiales, puede valer cualquier palabra, solo hay decirla con amor y que, la persona a la que se la digas, sienta ese amor esté dónde esté.

Descanso dominical

Aquí estoy en un domingo tranquilo madurando mi muerte, sintiéndome un rato en paz conmigo mismo, degustando la armonía de una mañana veraniega. La música me transporta a un más allá no tan lejano. Mi respiración es como el mar de mis veranos infantiles, sumida en un reposo calmo, usando el mínimo aire y el máximo amor. Ciertos lindos recuerdos pintan mis pensamientos y allí se mezclan algunos deseos, ciertos retos futuros, es como si el futuro se hubiera hecho recuerdo antes de hora, como el sueño de un muerto que cree que sigue vivo. La brisa artificial del ventilador me mantiene en este pensamiento casi dormido, que se mueve lento, que lo siento lento, veo la vida a cámara lenta, a pensamientos lentos pero constantes y agradables. Aparecen unos besos y unas sonrisas, el sonido de una máquina de escribir me acaricia, oigo voces que hace un tiempo me arrebató la muerte, pero sigue la calma. Todo es tranquilo y normal en este domingo.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Camino descalzo

Dentro de ti. Paseo por el bosque de tus pensamientos. Hay unos árboles coloridos con pequeños frutos de amor que brillan a mi alrededor. Varían su forma, pero todos portan tu sabor y los voy probando, me los como a besos para sentirlos mejor. Camino descalzo dentro de ti para sentir tu calor. Y a la vez, estoy fuera contigo acariciándote el ombligo. Caricias sin fin para mi lindo amigo de elegante desnudez y hermosa tez. Caminan mis sentimientos contigo y mi piel junto a tu piel siente todo tu cariño y toda tu ternura y sueño despierto abrazado a ti. Me transformo en un beso interminable que recorre todo tu cuerpo, plantando la semilla del amor en tus poros con mis labios tiernos. La alegría baña nuestros cuerpos y el amor funde nuestras almas. Ya no hay nada incierto.