martes, 2 de septiembre de 2025

¿Miedo a lo ingobernable?

Jamás. Lo tuve una vez como la mayoría lo siguen teniendo. Ese profundo miedo a lo ingobernable que es la muerte, por ejemplo. No tener miedo a la muerte no significa ser un temerario, al contrario, uno se vuelve más humilde al afrontar su impermanencia y se dedica a disfrutar en la vida de las cosas bellas: de las flores, de la naturaleza, de la amistad, de una siesta fundido en un abrazo, sin prisas y entre risas, disfrutando con un ser querido que te acaricia y es acariciado por ti. A veces pienso que lo ingobernable no existe, que alguien lo inventó para meternos miedo y que tuvo éxito, claro, ya que el miedo se ha extendido por el mundo. Pero yo imagino que soy capaz de achicar las distancias a través del amor, de desintegrar el miedo, de generar pasión donde antes sólo había aburrimiento. y mi imaginación cumple todos mis deseos, se transforma en realidad y puedo abrazar el amor en la distancia porque gobierno el tiempo y el espacio con ciertas palabras mágicas. Y no son palabras especiales, puede valer cualquier palabra, solo hay decirla con amor y que, la persona a la que se la digas, sienta ese amor esté dónde esté.

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