Todavía no soy tan mágico como mi flauta, pero, como me dicen en mi tierra, eres majico, tio; por tanto estoy a un paso de la magia de mi instrumento travesero. Ya me deleito soplando y, la vibración en mis labios, aunque aún no es pura música, acrecienta mi encanto por el arte del sonido, porque vibra hasta mi ombligo; meneando mis caderas cimbreo el alma entera en pos de una única meta: el amor soñado que pronto estará a mi lado. Y la música me alienta apaciguando lo que mi imaginación calienta. Y una nota me susurra que el amor es por ella transportado, y aunque la fusa es confusa a mi corazón ha llegado y, en su medida estipulada, y de la mano de un hada dejó impreso tu amor en mi alma. Y eso que aún no soy tan mágico como mi flauta. Pero es que se acerca la melodía de tenerte entre mis brazos un día y, por eso ahora, soy todo alegría.
1 comentario:
Paso unos ratos fantásticos leyéndote!! En serio, sigue escribiendo, hazlo por mi
Aragonés, eh? También yo, en este caso aragonesa y sí, eres majico, tio!
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