domingo, 8 de abril de 2012

Allegro non troppo

En unos instantes, tal vez unos años, he pasado de ser el centro del mundo a no ser nada. Es esta una frase que aparenta decadencia pero solo reporta ganancia. Ahora que no soy nada, aún siéndolo, ahora que mi cuerpo es como un fuelle que se mueve por el aire que respira, ahora que sé que mi vida no es mía, que es el aire la vida, estos instantes de día, años, vidas, son todos de alegría. Saber que, aunque curioso, lo apropiado es no apropiarse; escribir sabiendo que lo importante es el escrito o, mejor aún, lo importante es quienquiera que lo lea, entienda, quienquiera que sepa que aunque esté leyendo tal vez escribió su lectura en un sueño de otro, porque recuerden que no hay propiedad, no hay sueños propios. Así, en estos instantes, mientras escribo estas líneas, sé que en realidad estoy leyendo lo de otros. Y en el instante en que no soy nada puede que alguien se percate de que somos todos.

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