
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
martes, 16 de septiembre de 2014
Qué gusto
Decir la frase perfecta, sin palabras de más ni de menos, en el momento justo. Qué gusto practicar el silencio y decir mucho más que con un puñado de palabras. Qué gusto saborear ese beso mandado desde la distancia, ser capaz de sentir el abrazo de amigos que nunca has visto. Qué gusto cuando lo que creías extinto vuelve a ti caminando como un niño, cuando una ranura en el tiempo se abre y los recuerdos más entrañables vuelven al presente, cuando, de repente, tu alegría se hace patente, cuando vuelves a sentir la caricia materna perdida, la asombrosa caricia materna que, gracias a esa mágica alquimia, se hace eterna. Qué gusto sentir, estando solo, la compañía de los amigos, los besos de cuando era un niño. Qué gusto vivir, y sentir leves espacios de felicidad. Qué gusto aprovechar el momento y olvidarse de lamentos. Qué gusto tenerte. Qué gusto, cerca o lejos, tu amor me envuelve y me proporciona el gusto que ahora siento.
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