Soliloquio no verbalizado

He quedado. Podré darle un abrazo. El faro se ha encendido. El abrazo se hará eterno, estará siempre conmigo, volveré a ser un niño. Puedo respirar su esencia ya, mi mente ha adelantado el tiempo, no quiero que esto termine, no voy a ser yo quien suelte, aprieto con el cariño, sé que es y no es un juego y que el amor depende de ello. He quedado, solo he imaginado pero ya he quedado prendado. He quedado y pienso en un abrazo atraparme y vivir siempre, hacer de él un mundo, respirar en el abrazo, soñar el abrazo que estoy abrazando, ser el abrazo. He quedado, y mis brazos van abiertos al encuentro, abrazando a diestro y siniestro, por si acaso, que no quede nadie sin su abrazo. Qué locura, corro y sonrío, y en un escaparate un niño saluda con regocijo, es de mi alma el reflejo y mi juventud es su flequillo. He quedado atrapado en el sueño de un abrazo y también he quedado contigo y cuando extienda mis brazos y en ellos te envuelva, también vas a convertirte en niño, amor mío.