sábado, 4 de abril de 2015

La grieta

Apareció después de una ruptura amorosa, en esos momentos en que todo era desencanto, resentimiento y dolor. Podía sentir el corazón resquebrajándose, un sonido lejano de rotura llegaba desde mi interior. Poco a poco la grieta fue adquiriendo un tamaño considerable y, sin apenas darme cuenta, mi corazón se expandía. Y el amor que había ido coleccionando durante mi vida venía a mi encuentro. Las caricias maternas traspasaban los sueños. De los grandes amigos el cariño se asomaba por la grieta. Los besos atesorados me volvieron a ser dados, salían de la grieta entre risas y abrazos. Incluso las ilusiones tomaron forma, y el amor que imaginé con esmero ahora me decía te quiero. Apareció después de una ruptura amorosa, la grieta, y ahora es un templo divino que quiero compartir contigo.

6 comentarios:

espacioje dijo...

A veces los sucesos más extraordinarios se aparecen en el momento más propicio para ser apreciado: tus palabras me han conmovido, tanto que la emoción traspasó mis ojos y también todos los poros de mi piel. Acabas de resumir en unas pocas frases la historia de mi vida.
Un gran abrazo!!!
(Siempre he sentido una cercanía especial contigo, fue como un flechazo que ha ido consolidándose.)

neomaño7 dijo...

Gracias Miguel. Supongo que la vida planta una semilla en nuestros corazones y la sabiduría nos ayuda a hacerla crecer. Siempre me ha llamado la atención que los momentos peores acaban siendo el principio de los mejores. Además acabo de leer un libro sobre zen que me ha abierto un poco más los ojos, pero, como ocurre siempre, todo parece tan sencillo que debe ser bastante difícil ponerlo en práctica. Un cariñoso abrazo ;-)

espacioje dijo...

Qué libro es?

neomaño7 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
neomaño7 dijo...

'Zen día a día' de Charlotte Joko Beck. Aquí dos fragmentos interesantes: 1º)'Supongamos que alguien ha herido mis sentimientos o, al menos, eso es lo que creo. Entonces, querré repasar mentalmente una y otra vez mi melodrama para poder culpar a otros y tener yo razón. Alejarnos de este tipo de pensamiento y limitarnos a experimentar el dolor en el cuerpo es olvidarte de ti mismo. Si realmente experimentas algo sin pensar en ello, ahí no hay un yo, tan solo se trata de una vibración energética.' 2º)'Ya no vives la vida enfocada en conseguir alguna meta, sino que vives por el hecho de vivir. Esta actitud podría incluir trabajar duramente en un proyecto, pero sin ambición. No hay objetivos, y sin embargo, estos se alcanzan constantemente.'

espacioje dijo...

Gracias Jorge, lo buscaré ahora que tengo que volverme ya a Alicante. Un beso!!!