martes, 26 de abril de 2022

Lo mejor aún está por llegar

El amor llama a las puertas de mi corazón sin preguntar y la vida me da un vuelco. Ya no soy el mismo, de mi cotidianidad ha cambiado el mecanismo, unos ratos estoy feliz y otros me siento vulnerable. Así es el amor que hace sufrir de una manera amable. Mis sueños se llenan de amor, de mi amor físicamente inalcanzable, pero sé que lo mejor aún está por llegar. Algo me susurra al oído que la distancia se diluirá y mi amor adquirirá corporeidad, a mi lado, junto a mí y, justo en ese momento, mi corazón se acelerará, pero se sentirá gratificado por unas manos de cariño que sueño desde que era niño y, ahora, ya de mayor, me hacen sentir mejor. El contacto de tu tacto, amor, produce un cosquilleo en mi piel, me procura el justo calor que desborda mi placer, y ya no sé que hacer sin él, sin tu tacto, sin tus manos, porque son tus caricias las que visten mi piel, y ya no me siento desnudo sino puro, vestido de puro amor, con la fragancia de tu calor, y el alimento de tus besos, dónde iba a estar mejor. Desnudo entre tus dedos, abrazado a tu cuerpo pero sintiendo tu alma, ya no hay distancia, ni siquiera entre nuestros cuerpos, que se contonean y gimen al unísono, tus poros juntos a los míos, pegados como pequeñas ventosas de amor placenteras, nuestros sudores se mezclan, pero lo mejor, siempre, aún está por llegar. Toda la vida a tu lado quiero estar, ya no hay otra forma de vivir, ni sentido para mi existir, tú eres amor mío el aire de mis pulmones, el ritmo de mi corazón, mi alma completada, tu eres mi todo y yo, sin ti, no soy nada.

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