jueves, 3 de abril de 2008

¿Acaso se es dueño de enamorarse o de no enamorarse?

Yo diría que no. Y si es así no hay nada que objetar. El porqué te enamoras nunca lo sabrás, sólo sabes seguro que está ocurriendo. No queda más que aceptarlo o no. Me inclino por aceptarlo, pero aún aceptándolo puede que sea correspondido o no. Supongamos que es correspondido, pero el amor es tan saltarín que se lo envías a una y te lo devuelve otra. En este estado de cosas sin pensármelo dos veces doy un paso hacia atrás y pienso que no es correspondido, pero todos tranquilos, ya he aprendido, sé que la pasa no es higo. Alguien puede creer que no sé lo que me digo, pero el amor es loco, la primavera altera, la sangre me hierve, mañana es viernes, mi amor no es correspondido y la pasa sigue sin ser higo. Así que hasta luego primavera, adiós amor que yo sigo aquí con mi vela.

En esta cosa, todos tenemos miedo los unos de los otros; lo que prueba que todos somos unos idiotas... Denis Diderot

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