but I submit to your better judgment. Y como dice mi compañero de trabajo Carlos, el amigo chileno, cuando le pregunto cómo estás: bien, pero no importa. Con un acento como si fuera el tío de Mafalda pero sin querer. Él está bien, pero el mundo sigue a lo suyo, por eso no le importa. No es el centro del mundo, pero su contestación me alegra el día. Él está bien, pero eso no es lo importante. Lo jodidamente bueno es que estas palabras son el comienzo de nuestra jornada laboral, sí, estamos trabajando, pero no importa. Estás bien, pero no importa, lo mismo que cuando estás mal, tampoco importa. ¿Y a quién le importa?
Yo tengo mis dudas, pero como a usted le parezca.
Bien, pero no importa.
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