Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 5 de agosto de 2012
Mi amigo
Tenía el techo de su habitación decorado con estrellas, pero con la luz del día no se apreciaba su belleza. Espera un momento, me dijo. Bajó la persiana y encendió una lámpara pequeña que transformó el techo en un maravilloso cielo estrellado; las estrellas palpitaban, o tal vez eran mis pupilas, ante la emoción de tanta belleza repentina. No sabía que te gustara la astrología, le dije. Y no me gusta, contestó. ¿Entonces? Las estrellas son personas. Fíjate bien. Con una pequeña linterna enfocó a la estrella más grande. En el centro tenía una palabra. Si no lo ves bien, súbete a la cama. Lo hice. En el centro de la gran estrella pude leer Mamá. ¿Y eso? Pues porque son personas. Cada estrella tiene su nombre. Son personas amadas que han muerto pero que siguen brillando en mi corazón. Las estrellas están muertas hace millones de años y seguimos viendo su luz. Y en el cielo de mi vida privada, de mi habitación, mis estrellas las elijo yo, y todas son seres queridos que jamás podré olvidar porque todavía me siguen dando amor con su luz de eternidad.
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