domingo, 18 de noviembre de 2012

Prosía

Mi intención era escribir 'poesa' pero acabé escribiendo 'prosía', no uno, sino todos los días. Y el día que no escribo, la hablo, la vivo. Prosía es una fiesta, donde se mezcla lo triste y lo feliz, prosía para todos porque, inundado de alegría, mi corazón muestra este cariz. En tiempos de fusión, prosía es mi religión. Comulgo con la rima novelada, y me caso con enanos y hadas, nado en párrafos versados de frases acentuadas y mis sentidos, ahora líquidos, asombran a las miradas, humedecen los cuerpos, los mismos que encarnan a mis palabras. Mis amigos verdaderos son las frases asombrosas que yo lanzo al mundo entero. A mi mundo, claro, que no es todo el mundo, que es un puñado. Mi primo, mi hermano, mi amigo y, tal vez, mi cuñado. Prosía todo el día, proseo donde puedo y, cuando no me dejan, escribo prosía en una nube con un dedo. ¿Pero cómo? Desde mi corazón y porque quiero.

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