martes, 25 de diciembre de 2012

Otra vez

Está ocurriendo. Sin yo quererlo. Intento evitarlo, pero no puedo. Otra vez. El amor me ha atrapado. No sé cómo lo hace. Tal vez se esconde en esa nota musical que, creo yo, me toca la fibra cuando, en realidad, entra por uno de mis poros y revoluciona mi interior con un desparpajo inusitado. Tal vez esté mezclado en esa niebla matutina que respiro sin pensar y, ¡zas!, me atrapa a través de los pulmones desde donde se expande hasta aturdir mis pensamientos. Tal vez se encuentre diluido en la saliva de mi perro y, poco a poco, cada vez que me lame el bicho, voy cayendo en el hechizo, voy sucumbiendo a su increíble poderío sin apenas percibirlo, sin darme cuenta hasta que un lametón más y estoy completamente atrapado. Otra vez ha ocurrido, está ocurriendo. Estoy solo pero noto cierto hormigueo que sube por mis hombros. Un pequeño escalofrío placentero me sacude. Siento unos brazos que rodean mi cuerpo, unos brazos que están a miles de kilómetros. Unos labios que no veo se acercan a mi rostro. Cierro los ojos. Noto el contacto, una mínima presión de unos labios contra los míos, cierta humedad añorada. Mi piel responde a las caricias de la distancia. Otra vez. Otra vez el amor haciendo milagros. Está ocurriendo. Otra vez. ¿Hay alguien que sienta lo mismo que siento en este momento?

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