Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 13 de diciembre de 2015
Lo prohibido
Me gustaría hablaros de ello, pero todos sabemos qué ocurriría: la ley caería sobre mí, acompañada por las miradas del entorno, potenciadas por periódicos y televisiones. Lo prohibido es mejor hacerlo siempre en silencio. Puedo nombrarlo, lo prohibido, pero no definirlo. Es extraño, pero lo prohibido no es lo prohibido sino explicar lo prohibido. Y así, en este mundo, la apariencia es lo real, y lo prohibido queda al margen, como suspendido en un vacío oscuro, donde hay acciones, hechos, actividad, pero nunca deben mencionarse. Nombrar lo prohibido, definiéndolo o explicándolo, te convierte en parte del delito, pero no en una mínima sino la principal parte. Porque para la apariencia lo más prohibido de todo no es hacer lo prohibido sino nombrarlo. Como en la bolsa, en una dictadura lo prohibido cotizaba al alza, pero la apariencia ha extendido sus dominios hasta las actuales democracias, y lo prohibido sigue aumentando, y la única libertad es comercial y económica. Y ante este incesante aumento de lo prohibido, lo mejor sería no pensar, dejarse llevar, seguir consumiendo, sin preguntas. Pero lo prohibido está invadiendo tanto terreno que, si lo piensas, es muy parecido a lo normal. Y aunque no os parezca normal, algún día os hablaré de lo prohibido.
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