domingo, 9 de enero de 2022

No quiero engañarte

No quiero ser un tópico internáutico, un amigo en la red, que acabemos hablando de la actualidad impuesta, que nuestra opinión sea consensuada. No, no quiero quedarme siempre en la fachada de las cosas, quiero traspasarlas, profundizar. Y tanto si nos comunicamos por la red como si te tengo delante no voy a engañarte porque he decidido que es mucho mejor amarte. Sé que para el amor no hay distancias aunque supongan un gran escollo, una más que presumible realidad. Y como ya he dicho varias veces que no quiero engañarte, te diré que no todo va a salir bien, que sufriremos, que nuestro amor se resquebrajará, pero también has de saber que es como ese pájaro al que llaman fénix, y hay que darle un tiempo para que renazca, porque todos los charcos de lágrimas son secados por una sonrisa. La conquista de la felicidad es como acceder a la cima de una montaña sin brazos ni piernas. Cómo es posible, pensarás. No quiero engañarte, solo es posible llegar si te acompaña quien te ama de verdad. No hay otra forma. Es difícil, requiere esfuerzo, un desapego del yo al que no estamos acostumbrados, pero la satisfacción posterior es tan grande que hace que la vida valga la pena y, en esta caso, también la dicha, la dicha plena.

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