domingo, 13 de julio de 2025

Suave es la tarde

En un escenario de domingo solitario. Tchaikovsky ameniza los oídos y el alma, y unas lecturas hacen que viva una soledad muy bien acompañada. Entre las líneas que voy leyendo se van asomando recuerdos, emergiendo de las profundidades de la memoria, como tomando aire después de un chapuzón veraniego. Suave es la tarde donde el ventilador hace vibrar mis pelos, yo observo su baile como un abuelo en las fiestas del pueblo. Dejo que la tarde guíe mis anhelos y miro por las estanterías, agarro un libro, leo un párrafo, luego otro y leo un cuento. Tomo café con hielo y una poesía se cuela entre mis dedos. Siento un ligero cosquilleo al deslizarse los versos que, de repente, emprenden el vuelo. Mis labios se arquean. La vida parece un caramelo y la abro despacio, deleitándome, sin prisas, con la misma suavidad que la tarde en la que me encuentro.

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