domingo, 31 de agosto de 2025

La grieta del bucle

Me costó encontrarla porque no creía estar en un bucle, pensaba que la vida era eso, trabajo, consumo, descanso, este último relativo, porque a veces se trataba de pequeños descansos durante el trabajo o de supuestos descansos donde seguía consumiendo. La lectura y la escritura me ayudaron bastante y también el amor que sentía aunque a veces fuera distante, de a poco, como a pequeños sorbos, pero seguía con vida, seguía latiendo en mi interior. La amistad fue brotando sin apenas darme cuenta aunque fuera en la distancia. Cuesta verla al principio, pues la relación interesada o el simple aburrimiento suelen tener el mismo comienzo. Pero luego se va haciendo constante, sincera, más patente, más cercana y descubres al amigo una mañana, en un viaje, alguien con el que llevas hablando años pero desde la distancia. Y te das cuenta de la realidad de sus palabras, de sus gestos, de que la relación no era fingida o interesada, de que verdaderamente te ama. Y el bucle se rompe ligeramente, aparece una grieta y se asoma la luz de la amistad y, una persona, en silencio, permanece a tu lado, sonriendo. Te abraza, sonríe, te escucha, comparte, y la grieta más se abre.

No hay comentarios: