viernes, 28 de marzo de 2008

La magia de las palabras

Es tan grande que, a veces, sin entenderlas, conseguimos averiguar el significado de los contextos. Pero, sin duda, ahí no termina su habilidad, ni su genio, ni sus trucos. Hoy, por casualidad o no, una frase de mi querido Immanuel me sobrecoge a la par que me hace reír, pensar, sentir que nada sé y que, entendiendo todos los significados de las palabras que la componen, la frase se me queda cruzada en la garganta, profunda o no, tal vez atravesando el esófago (pardiez, qué ocurrencia) o tan sólo, dejando mi cerebro en blanco. La frase es: ¿cómo es posible el imperativo categórico en tanto que proposición práctica sintética a priori? Pues muy sencillo Immanuel, por la magia de las palabras. Suena interesante, pues AF que el mundo se acaba aunque el mío está por comenzar.

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