domingo, 15 de marzo de 2015

El descubrimiento

La primera vez que vi tu cara me dio un vuelco el corazón. La segunda vez mi corazón bailaba al mismo ritmo dulce que tu sonrisa. Mi piel vibra de alegría al contemplar tu imagen. Siento tus caricias cuando leo tus palabras y, cuando pienso en ti, tus manos se materializan y recorren mi cuerpo con una inexplicable melodía de cariño que anima mi vida y hace que mi espíritu vuelva a ser el de un niño. Desde la distancia, tu amistad me arropa todas las noches. Y con tu amor sueño la noche entera, y con tu amor despierto. Hay un hueco en la cama que ha dejado tu cuerpo, hay un corazón lleno con todo lo que siento. Está tu aroma en todo lo que toco, está tu aliento en la brisa de este otoño y yo, yo puedo verte cada vez que cierro los ojos. Hoy mis labios saben a ti, tu sal impregna mi cuerpo y yo, yo practico tus movimientos. La primera vez que vi tu cara mi corazón buscó un espejo.

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