Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
viernes, 27 de marzo de 2015
Esa turbación
Que a veces, más que atenazarme, me envuelve por dentro. Mis deseos, perdidos, no encuentran el camino de salida y chocan, confundidos, en mi corazón, alborotándolo. El miedo entra por la puerta de mi cabeza como Pedro por su casa y mis músculos se tensan y se destensan sin ningún ritmo aparente. Respiro con dificultad, y el sudor que perla mi piel, varía su temperatura como luces parpadeantes en la noche: frío, calor, frío... Esa turbación me envuelve por dentro, así que cierro los ojos para verla sin miedo, claramente, frente a frente. Zonas borrosas, chispas de rutina, monotonía que asusta al verla de frente, normalidad que chilla y una luz al fondo que intenta perderse. Voy corriendo hacia ella sin saber por qué y a la vez sabiéndolo. Porque esa luz es el amor que imagino, esa luz es el camino, esa luz eres tú, mi niño, mi destino. Respiro hondo y corro con la mente, yo diría que estoy volando pero no me quiero hacer el valiente. Esa luz se agranda y hay un rostro. Oigo a mi madre, corre hijo mío, vuela, que llegarás pronto, vuela hacia el amor y alcánzalo, te sentirás mejor. Voy hacia la luz, un frescor de hierbas y plantas me inunda, mi pecho se ensancha para recibirlo como se merece. Es curioso pero el sudor desaparece. La luz toma forma y su rostro sonríe. Eres tú, amor mío, esa turbación que a veces me envuelve por dentro. Abrázame, y bésame para que nada termine.
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