sábado, 26 de septiembre de 2015

Chapuzón

Me quité el estrés, la prisa y la ropa. Me tumbé en la hamaca de mi vida donde los pensamientos de la angustiosa rutina se derretían. Y me sumergí en un lento pero constante chapuzón de sol, donde mis poros empezaron a recordar el calor de otras épocas. Sin moverme de esta hamaca mágica, visité playas de la infancia, donde había balones de recuerdos, juegos de arena y amores de sal y agua. El calor apretaba y tus brazos soñados rodearon mi hamaca. Notaba tu cálido abrazo y cada gota de sudor estallaba recreando con todos sus detalles cada uno de tus besos por todo mi cuerpo que flotaba entre nubes de caricias y, desde el cielo, veía nuestras sonrisas entrelazadas en la hamaca. Como plumas caímos zigzagueando hasta el agua, buceando en nuestro amor, nadando en nuestras almas. Chapuzón de sol, chapuzón de agua, chapuzón de amor. Y desperté abrazado a esta hamaca mágica, y tenía tus manos en mi espalda y tus labios, como el mar, hacían olas de besos en mi cuello, derramando su espuma en mis labios. Chapuzón de amor soñado que esta hamaca mágica, una vez despierto, ha hecho realidad a tu lado.

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