miércoles, 15 de enero de 2014

Misterio

Desde luego es un misterio que a mi edad me sorprenda con cualquier cosa. Que, de repente, una caricia imaginada me haga vibrar y, por una insólita asociación, mi corazón se llene de pétalos, pero no de cualquier flor, sino de rosas de su propio color. Y en este misterioso paseo que doy por mi interior, donde, por una extraña magia o alquimia, soy yo mismo una flor, alguien liba en mis entrañas, y eres tú cielito mío, y el amor que palpo y siento no veo, el amor me inunda y me envuelve el deseo. Tanto placer que me aplasta su peso y, a la vez, me lleva en volandas: así es el amor, todo misterio. Y toda esta locura de amor que me embarga ha sido producida por una caricia imaginada. ¿Qué tiene el amor que hasta ha calado en mi alma? Y en cada uno de mis poros brilla un corazón. No sé cómo ha sido, sin duda otro misterio, pero he dejado de ser flor. Y otra vez tengo este cuerpo que tus sentidos desvisten, y ya desnudo, lo hago regalo, y, un misterio más, soy todo tuyo. ¿Qué tienen tus caricias cariño mío, que sucumbo y me hago flor, y mis pétalos exudan amor? Misterio.

No hay comentarios: