La experiencia de cada momento

Me dice que es de ahora lo que siento y que, justo donde estoy, aquí, es donde pertenezco. Por eso con razonamientos desintegro de mis tobillos las argollas opresoras que, unidas a eslabones de malentendidos, iban a desembocar al ancla malévola que se aferraba al pasado como a un tesoro que se arrastra y no es nuestro y nunca se va a disfrutar, fortuna acumulada que nunca será aprovechada por nadie. Y, también con sabiduría, me deshago de preocupaciones por el futuro, que ni es seguro, ni existe y, además, ni siquiera se vive, sólo se sueña, preocupa, angustia, y nunca puede divertir porque nunca se disfruta. La experiencia del momento me está diciendo que la creación es el sustento del alma que reclama mi cuerpo. Y sonrío en este mismo momento como el niño que soy. Y canto en silencio, y percuto un ritmo con los pies, y danzo con el pensamiento. Y disfruto, disfruto la experiencia del momento.