domingo, 21 de diciembre de 2014

Hallazgos afortunados

Entender que el amor es una playa que se compone de granos de arena esparcidos en lo cotidiano, que una sonrisa es una ola, y un gracias sincero es un cielo iluminado por el sol de tu mirada compuesta de chiribitas que son hadas que me acompañan en esos momentos en los que nada acontece pero mi felicidad crece. Un hallazgo afortunado es saber que no importa el tiempo que pase, que tus amigos contestarán a tu llamada, que notarás su calor independientemente de la distancia a la que se encuentren, que sentirás su caricia como una brisa alegre que galvanizará tu estado, que sus palabras te harán sentir lo importante que eres y lo importante que es tu alegría para que su vida se llene, de sentido, de amor, de la amistad que os envuelve. Un hallazgo afortunado es descubrir en el cielo tu pelo, en una sonrisa ajena tu caricia plena, es notar que la lluvia que te moja lleva en su interior tus besos que me arropan, es sentir que aún no estando, vas en mi corazón palpitando; es poder sentir tu abrazo antes de que me lo hayas dado. Un hallazgo afortunado eres tú que, con sólo leer estas líneas, puedes sentir el amor recorriendo tu órbita y descubrir tus chiribitas y tus hadas, y sentir que para ser feliz, en realidad, no hace falta casi nada. Un hallazgo afortunado es percibir que todo lo que más quieres está y estará siempre a tu lado.

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