martes, 9 de diciembre de 2014

Merecido capricho

A oscuras doy un masaje a tu alma. Achucho a tu intelecto entre versos de seda y plumas. Las frases se intensifican, los párrafos llevan sonrisas entre líneas. Voy por el camino por ti señalado y choco con el espacio de tu placer. Sigo el camino una y otra vez. Oigo tus gemidos, son una llamada, son los dioses que me dicen que me estoy portando bien. Conozco ya tanto el camino que nado dentro de él. Cierro los ojos y veo estrellas con tu nombre que me indican la salida. Una luz al fondo, es como un faro que se bifurca, son tus ojos danzando mazurcas que extraen el amor de mis poros. Te lo ofrezco sin palabras, te doy mi todo. El perfume de tus labios cubre mi rostro, mi torso, mi universo se llena de besos donde reposo y sueño. Y si despierto, entre tus brazos me encuentro.

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