lunes, 27 de julio de 2015

Dialogando con el silencio

Una ola densa me llevó hacia dentro. Intensas palabras decoraban mi pensamiento. Todo parecía nuevo sin serlo y yo me sentía contento dialogando con el silencio. Es un gran conversador que se toma su tiempo. No sólo te insufla paciencia sino también conocimiento. Sus palabras jamás se las lleva el viento, en todo caso las trae y renueva tu aliento. El silencio se desliza, brota, hace que sean amenas las palabras ignotas. Su diálogo es tan decisivo como esencial, y su eco recorre las entrañas como un poeta las telarañas de sus versos.

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