sábado, 22 de julio de 2023

Recipiente de casualidades

¿Qué somos en realidad? Creemos ser personas libres que deciden y escogen, pero la realidad es bien distinta. Le he dado vueltas, he pensado, meditado y he llegado a una conclusión: Somos recipientes de casualidades. En mi caso dio la casualidad de que mi padre hizo el servicio militar en la ciudad donde vivía mi madre. Si esto no hubiera ocurrido no se habrían conocido nunca y no habrían tenido siete hijos. Como yo soy el séptimo las casualidades se van acumulando. Una vez me caí de espaldas por el hueco de una escalera. Mi hermano médico estaba conmigo y llamó a una ambulancia. Creían que tendría brazos y piernas rotos, pero sólo me hice un pequeño rasguño. El movimiento que hice y la forma que adopté en mi caída evitaron las roturas. Instinto de supervivencia tal vez. Otra vez intentaron atracarme y me dieron una puñalada. Perdí mucha sangre. Casualmente pasó un coche de policía y uno de los policías decidió, ante tal charco de sangre, no llamar a la ambulancia y llevarme en el coche patrulla. Cuando desperté en el hospital el médico dijo que cinco minutos más perdiendo sangre y ya no estaría vivo. Hoy, descubro amigos desde la pantalla de mi ordenador, los quiero como si los conociera de toda la vida, les mando mi amor con palabras y espero que, un cúmulo de casulidades más, me lleven hacia ellos y pueda darles el abrazo tan soñado, tantas veces repetido con palabras, tantas veces imaginado.

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