El presente es la vida

Séneca decía que mientras aplazamos las decisiones la vida transcurre. Pascal nos pedía examinar nuestros pensamientos para que comprobáramos que siempre estamos pensando en el pasado o en el futuro. Así nunca seremos felices o tal vez nuestra felicidad estará isertada en ciertos recuerdos. Y, como sabemos, el cerebro humano juega con los recuerdos, los va moldeando y un recuerdo termina con un cincuenta por ciento de ficción o tal vez más. Qué hacer entonces. ¿Comenzamos ya a vivir el presente? Deberíamos porque el presente es la vida. Por eso intento amar todos los días. Y si las personas que amo están a miles de kilómetros de distancia, no importa, les hago saber que mi amor crece, que permanece, y que, aunque tardemos en vernos, yo les amo todos los días porque les tengo presentes, forman parte de mi vida. Sé que no puedo estar en todas partes físicamente pero también sé que mi amor sí puede. El poder de la palabra es inmenso, y si las palabras contienen amor ya ni te cuento. El presente es la vida por eso te amo ahora. No sé que deparará el futuro pero vivo mi amor como si estuviese al lado tuyo.