domingo, 20 de agosto de 2023

El silencio que habla

A veces el silencio habla. Tienes un tipo de relación con ciertas personas, familiares, amigos, compañeros, quien sea, da igual. Hay una frecuencia en el contacto, en las visitas, en las conversaciones, no tiene que ser exacta, a veces te ves una vez al mes, cada tres meses o cinco días seguidos, pero la relación parece viva. Al principio no te das cuentas, va pasando el tiempo, la vida es así, te dicen, las cosas cambian, pero hay ciertas cosas que no cambian porque sí. Una cortina invisible se despliega, la comunicación se corta, ya no ha visitas, no sales los viernes a tomar algo, se acabó el café del domingo, terminaron las comidas con tu hermano, tu amigo no te llama, no tiene tiempo, está muy liado. Y piensas, qué ha pasado, desde que se separó, desde que murió Papá, desde que le amputaron la pierna, pero te equivocas, no es nada de lo que has pensado. Un día, casi sin querer, ves la luz. Conoces a alguien nuevo, adquiere cierta confianza repentina, me suele pasar mucho, y te comenta algunas intimidades y, como un pequeño chasquido de dedos interior, algo hace clic en tu cabeza, y ese comentario ajeno pasa a ser tuyo, entra en tu vida y se desnuda ante ti, y lo que te contaba otra persona es tu propia vida, es esa relación que has perdido y descubres el porqué, la has perdido por ser tu mismo, porque han descubierto quién eres, que eres distinto a como pensaban ellos, que tienes tu propia vida. Y sólo entonces descubres que el silencio habla. Intentas buscar otras explicaciones porque duele y quieres que el dolor termine. Pero no es la primera vez que el silencio te habla, somos amigos, me ha hablado muchas veces. No importa que ciertas personas se distancien porque siempre estará el silencio. Sus palabras nunca mienten.

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