miércoles, 30 de agosto de 2023

La amistad es una cosa muy bella

Puede construirse durante años o tal vez en sólo unos pocos días. Y, a lo mejor, incluso a distancia. Pero siempre sabes cuando está ahí porque te hace pensar en la persona amiga, disfrutas cuando tus amigos son felices. En mí brota con una chispa que se enciende y lo llena todo de amor. No sabría decir qué es exactamente el detonante, una palabra, una acción, un gesto, el tiempo transcurrido, el amor sentido. Hay veces que tengo una gran necesidad de compartir con mis amigos todo lo bueno que voy descubriendo en la vida; otras, sin embargo, me conformo con verlos, con sentir su presencia, con leer sus mensajes. Todo es diferente cuando hay amistad, y se nota. La amistad no sirve para apoyarte en alguien y contarle tus penas o pedirle dinero, la amistad va más allá. Lo maravilloso de la amistad es que uno puede verse reflejado en sus amigos a la vez que conoce su personalidad, sus características únicas que, en momentos de máxima felicidad, pueden transformarse en similitudes. El amigo es un espejo, alguien que amamos y contemplamos, alguien que nos enseña a ser y a vivir, con el que compartimos alegría y, a veces, construimos felicidad. Puedes verlo todos los días o una vez al año, y siempre te dará un vuelco el corazón. Por eso los perros son tan buenos amigos, porque leen nuestro ánimo, porque a pesar de ser como somos nos quieren siempre. La amistad es una cosa muy bella porque está llena de amor y el amor es más fuerte que la muerte. Entre dos amigos puede haber risas, carcajadas, conversación, pero también silencio.

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