
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
martes, 30 de abril de 2024
El fin del fin
Siempre pensamos en los finales como algo triste, hablo de nuestros finales, el fin de una amistad, de una relación y el mayor de todos, nuestro propio fin, la muerte. ¿Pero y el fin del fin? ¿Podría ser nuevo comienzo o, tal vez, la extinción de los finales? No descarto nada. Pero ahora que lo pienso con detenimiento, el fin del fin provocaría, como es natural, lo de siempre, la continuación, saltarían de una historia a otra, ¿sin solución de continuidad? No. Esta vez sería sin final. Quedarían todas las historias abiertas. Podríamos vovler a ser niños, reanudar ese juego inacabado, qué digo ese, todos, ya que no habría ningún fin. Retornarían las caricias maternas, los lametones de mi amigo perro, las alegrías pasajeras, sería el eterno retorno constante o, por lo menos, posible, y el fin del fin haría inagotables los instantes.
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