Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
sábado, 12 de enero de 2013
El anticiclón
Tenía cien mil amores; amigos, de los mejores. O eso creía yo. Pero nada valoraba, pues no me costaba nada. Un viento distinto apareció: daba qué pensar. Como de la nada surgió un anticiclón de comentarios que envenenaron mi entorno. Lo que antes no oía en el ahora se hacía importante. Y en manos de los rumores todo fueron errores; sospechas, intrigas, tramas, de cien mil amores a cien mil rencores. Las sospechas me obligaron a mentir y, durante el anticiclón, los amigos comenzaron a huir. El deseo, poderoso, me zarandeaba, y yo, de tenerlo todo, pasé a nada. Solo y cansado, abrí la puerta. Quietud. Un poco de luz. Una sombra luminosa. Un alma como una rosa. No hay rumor, no hay comentario. Solos tú y yo, a diario, y en nuestras propias manos la actitud, la acción, el encanto. Tú y yo, suspendidos en un abrazo.
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