Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
jueves, 10 de enero de 2013
Emoticoño
¿Se puede sentir alguien molesto por algo que no se ha dicho ni tampoco sugerido? Sí, se puede. Sólo hace falta un requisito, y se llama predisposición, predisposición a molestarse, se diga lo que se diga. Las interpretaciones definen a quienes las hacen, y las malas interpretaciones más aún todavía. En cuanto a interpretaciones, mi opinión es muy simple, prefiero las de músicos y actores antes que las de mindundis histéricos de última generación Pero volvamos a la predisposición. Los comentarios en la red predisponen mucho, ya que la tercera dimensión perdida en vericuetos internáuticos y chips de subterfugio, lo que en el diálogo serían la entonación e incluso los gestos, se sustituyen por puntos, puntos y comas y demás chorradas denominadas emoticonos, aunque el andoba que suscribe prefiere renombrar como emoticoños. Y estoy hasta el emoticoño de la Bernarda de analistas de pacotilla e intérpretes de entre líneas. Así que queridos histéricos mindundis de última generación, amigos de la rabieta de comentario, niñatos de chichinabo, personalidades de plexiglás, a vosotros os digo, dejar de interpretar mis palabras y, única y exclusivamente, os limitáis a enterderlas. Neomaño dixit.
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