domingo, 21 de julio de 2013

Más que un sentimiento, una forma de vida

En el silencio de tu mirada están todas las palabras que mi corazón necesita escuchar. Es tu respiración la que sustenta mi tranquilidad; tu presencia, un concierto, un festival. Y si pienso en ti sonrío, me animo, me excito, cambia a un ritmo alegre mi palpitar. ¿Pero cómo no pensar en ti? En todos mis pensamientos hay parte tuya. Siempre hay una conexión hacia ti, un recuerdo que se engarza, una relación inesperada, una sorpresa instintiva, algo que se ilumina: ere tú que me agasajas. Oigo tu voz incluso cuando no dices nada. Y cuando estoy solo tu sonrisa siempre me acompaña. Esa es tu magia, tu eterna presencia a pesar de la distancia. Imagino tu mano en mi hombro, deslizándose con lentitud precisa hacia el pecho, tus labios rozando mi frente y mi rostro sonriente buscando tus labios. Y lo imagino tan bien que no sé si lo estoy soñando. Abro tu carta, dices que vendrás pronto, pero, en realidad, yo sé que nunca has marchado. Sigo leyendo y entre tus frases huelo tu encanto. Imagino, pienso, sueño... sé que siempre te estoy amando.

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