viernes, 4 de abril de 2025

Somos la herida

En la naturaleza lo que más sangra son nuestras vidas. Somos la herida, la brecha, la enfermedad y la salud, el error y, a veces, la solución. La herida de amor que sana con amor. El arte de encontrarte en todas y en ninguna parte. ¿Y cómo es eso? El absurdo de la vida es estar buscando siempre fuera lo que tenemos en nuestro interior. Soy la herida que sangra por tenerte y llora cuando te tiene. Pero el amor me dice que siempre has estado conmigo, que la contradicción que vivo la alimenta mi ego, que deje de mirarme al ombligo. Y en esta isla que vivo que es a la vez la herida que soy puedo sentir el calor de tu amor como emerge desde mi interior. Y cuando dos heridas se juntan, se lamen a raudales, se sanan con besos y cariño y disfrutan como niños. En el juego del amor ganamos todos y la herida, se cierre o no, pasa a un segundo plano, pues vamos juntos de la mano disfrutando de nuestra compañía, absorbiendo en momentos de silencio, con diálogos de miradas, la profundidad del instante, y bailamos como dos gigantes, desnudos y abrazados, protegidos por el amor que nos damos. Somos la herida pero también la alegría. Y somos amor todos y cada uno de los días.

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