martes, 1 de abril de 2025

¿Y si la vida...

... fuera solo enamorar? Pensad en las abejas, de flor en flor, haciendo sus cosas. Y nosotros, enamorándonos aquí y allá, de diferentes personas, de los amigos más encantadores, de cosas, de actividades, enamorándonos de las pequeñas cosas de la vida, una tras otra. ¿Puede haber algo más maravilloso? Nos salimos del sistema y nos enamoramos de otro, completamente nuevo. Ya no competimos, ahora cooperamos. Sonreímos y damos caricias y, cuando descansamos, nos besamos. Hacemos un mundo nuevo repleto de enamoramientos. Me enamoro de tu sonrisa, de tus cejas arqueadas, de tus muecas, de tu ombligo, qué maravilla de ombligo. Me enamoro en un abrazo y de tu lengua. Me enamoran tus silencios, tus miradas y todas tus tontadas. Me enamora como cantas, como bailas, ese ligero contoneo de caderas al afrontar la vida, el camino, el paseo. Me enamoran los pensamientos que habitas y los que suscitas. Me enamora el hecho de imaginarte, es como sentirte cerca, como la música, com el arte. ¿Y si la vida fuera un enorme beso gigante? Un contacto continuo, un abrazo calmante, una dicha perpetua el tenerte siempre delante: sonriendo, oliéndote, nuestros cuerpos entrelazados, nuestras almas bailando agarradas y el horizonte cantando. Y si la vida me enamora es desde que el mundo te me puso delante. Conocerte, sentirte, amarte, qué elegante.

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